Con alegría y fe, hemos iniciado el mes de María, un tiempo especial de gracia donde María, modelo de fe incondicional, humildad, sencillez, fortaleza y amor nos invita a renovar el compromiso de nuestra fe.
Recordemos las palabras del ángel Gabriel cuando se dirigió a María: “Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo” (Lc. 1,26). Estas palabras nos motivan a abrir nuestros corazones a la alegría que el Señor nos ofrece, una alegría que nos llena de esperanza y nos impulsa a vivir con amor y generosidad.
Durante este mes, les animamos a presentar a la Virgen María todas nuestras intenciones y preocupaciones. Que ella, como Madre amorosa, las lleve ante su Hijo, intercediendo por nosotros en cada uno de nuestros anhelos y desafíos. Es un momento propicio para fortalecer nuestra relación con Dios y con nuestros seres queridos.
Asimismo, los invitamos a rezar en familia. En este tiempo de oración y reflexión que nos ayuda a preparar nuestros corazones para la llegada del Adviento.
Es fundamental que cultivemos la fe en el seno de nuestros hogares, creando un ambiente de paz y amor que nos acerque más a Dios y entre nosotros.
Que este mes de María sea un tiempo de abundante gracia y renovación espiritual para todos. Les deseo que cada día esté lleno de la luz y la alegría que solo el Señor Resucitado puede brindar.
Les saludan.,
Profesoras de Religión
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