Las cosas no son así...

Imagina que un día vas con tu mamá a contarle un problemón, tú estás en medio de una crisis emocional con los sentimientos a flor de piel, te pones a llorar... y tu mamá piensa que cómo la estás manipulando te debe mandar al rincón a pensar sola(o) y a qué se te pase... en lugar de escucharte, estar ahí, abrazarte y contenerte...

Si nosotros cómo adultos muchas veces  necesitamos un abrazo, alguien que nos escuche sin juzgar y nos comparta su calma... ¿qué nos hace pensar que nuestros hijos e hijas, que están aprendiendo a regular sus emociones, no necesitan lo mismo para lograrlo?

Necesitan el abrazo y contención de mamá y papá para saber que todo está bien. 

La guía, el amor incondicional y tu calma para saber que no importa lo que pase todo va a estar bien. 

La crianza respetuosa es un camino más largo y retador para nosotros, mamás y papás, pero los frutos son niños y niñas con una inteligencia emocional, fortaleza, seguridad y confianza mucho mejor cimentada que la nuestra.

Ilustración  Tocaya por Ale Favoretti

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Graciela Carolina Rubio Sandoval 

Educadora Emocional/ Mediador Escolar 

Dipl.Neurociencias Aplicada, Mindfulness y Coach para el Desarrollo Integral.